La música es un canal de sanación para mí y para otros. Llegó a mi vida de manera inesperada y para quedarse, fortaleciendo mi fe en las cuestiones del alma y del espíritu. Mi trayectoria como cantante me enseñó que estamos en esta vida para ayudar a otros y de esa manera nos ayudamos a nosotros mismos. De esa forma me expreso, me emociono con el amor que recibo y con una canción. Es por eso que quiero contarles una historia, brindarles una parte importante de mí y seguir transformando las cosas simples en significativas. La forma que elijo para hacerlo es desde este arte que me acompaña y jugando, ya que creo que ningún adulto debe perder a su niño interior. Por eso hoy decido transformar mi estilo musical e inspirarme en la música de mi juventud para renovarme y sentir cosas nuevas.
Pretendo dejar como legado esta experiencia en la que se conjuga el amor, el aprendizaje y la construcción con otros. El pilar fundamental para lograrlo es la escucha y el respeto por el otro, el silencio – como en la música – para dialogar con nuestro interior.
Los invito a acompañarme en este camino emprendido con alegría, a perseguir los sueños con esfuerzo y disciplina.